Cómo ser un buen empleado

Un buen empleado es aquel que se transforma en un recurso muy importante para la empresa porque hace muy bien su trabajo.

Hay ciertas cosas que te hacen el mejor empleado, aquí te mostraremos las más relevantes.

Logra muy buen equilibrio entre tu vida personal y tu vida laboral. Si lo logras, tus problemas laborales no los proyectarás a tus relaciones familiares, ni los problemas personales afectarán tu desempeño. Al no perjudicarse, entre sí, ninguno de los dos ámbitos de tu vida, podrás desarrollarte plenamente en cada una de las áreas y serás un empleado feliz.

Entiende, controla y selecciona tus emociones. A esta capacidad se le llama inteligencia emocional y es una de las cualidades más buscadas en un empleado porque al controlar tus emociones  desarrollarás otras cualidades esenciales que son: motivación, empatía y liderazgo.

Sé muy eficiente. La eficiencia lleva a que logres tus objetivos y los logres con menor gasto y esfuerzo y más pronto que aquellos que cometen errores.

Desarrolla la responsabilidad. Un empleado responsable no es sólo aquel que cumple con todas las tareas que se le encomiendan  sino que también es aquel capaz de no aceptar más tareas de las que está capacitado para cumplir en un determinado tiempo y con la mayor eficacia.

Aprende a tomar la iniciativa en las dificultades. Un buen empleado no se suma al problema, un buen empleado da la solución.

Ten compromiso. Un buen empleado está comprometido con la empresa.  En ese compromiso la conoce, analiza sus fortalezas y debilidades y encuentra los modos más efectivos para que la empresa llegue a sus objetivos.

Trabaja en equipo. Las relaciones laborales no tienen porqué transformarse en amistades, pero sí deben ser cordiales y respetuosas. Un buen trabajador se lleva bien con sus compañeros y sabe trabajar en equipo y sabe armar equipos de trabajo.

Amplía tus conocimientos. Un buen empleado sigue aprendiendo y formándose para perfeccionarse en su desempeño día a día.

Nunca entres en el juego de poder. No orientes tu trabajo con el único objetivo de ascender. Tu objetivo debe ser hacer bien tu trabajo. Esto no significa que no tengas ambiciones de ascender, sino que no trabajes por un ascenso, trabaja para hacerlo bien y el trabajo bien hecho es el que te dará el ascenso.

Si a todo esto le sumas una buena actitud, respeto, puntualidad, capacidad de reconocer tus errores aprendiendo de ellos y valorando el acierto y progreso de tus compañeros, puedes estar seguro que si no eres el mejor, estarás entre los mejores empleados de la empresa en la cual trabajas.